Índice
El mejor contenido en tu bandeja de entrada
Los controles y procedimientos AML se establecen para que las compañías puedan operar en el mercado bajo los estándares regulatorios pertinentes. Esto es especialmente notable, y de gran importancia, en los sectores bancario y financiero.
El entorno regulatorio actual está en constante cambio y es importante que tanto las principales instituciones financieras como cualquier player de este sector y relacionados tengan en cuenta las restricciones que pueden surgir por las posibles sanciones aplicables por mala praxis en sus procesos y sistemas.
Cumplimiento normativo - Compliance
Muchas compañías carecen de políticas y procesos lo suficiente maduros, y de la tecnología necesaria para aplicarlos, no pudiendo hacer frente a los requerimientos Anti-Money Laundering.
Si bien el compliance ya es una realidad en muchas empresas, no todas cumplen con los conjuntos de procedimientos y buenas prácticas específicas que deben implementarse para identificar y clasificar los riesgos legales y operativos, siendo el blanqueo de capitales uno de los principales.
Qué es el AML (Anti-Money Laundering)
AML es el acrónimo en inglés de Anti-Money Laundering. Si bien este término se utiliza ampliamente en inglés por hispanohablantes, en español lo conocemos como Prevención del Blanqueo de Capitales (PBC), o, en algunos casos, Anti-Blanqueo de Capitales o Anti-Lavado de Dinero.
AML es utilizado en las áreas relacionadas con las finanzas y el cumplimiento normativo para definir los procesos estandarizados que realizan las compañías de estos sectores para evitar que sus clientes, cuando utilizan sus productos y servicios, puedan estar blanqueando dinero.
Identificar conductas sospechosas es crucial para mitigar el riesgo de que estas lleguen a convertirse en una actividad ilegítima. Establecer políticas y controles AML concretos impedirá a los potenciales infractores llegar a cometer un delito relacionado con el blanqueo de capitales.
Si bien esto es importante en todos los ámbitos, en el entorno online o remoto es de especial trascendencia, ya que es el lugar donde más se exponen las empresas a este tipo de riesgos. Esto no ha pasado desapercibido para los poderes públicos, que han regulado en consecuencia, estableciendo praxis AML muy concreta para este escenario.
Ocultar el origen ilícito de ingresos es, debido al fraude de identidad, una práctica que ocurre en más ocasiones de las que imaginamos. De esta forma, el AML cuenta con un gran aliado, el proceso KYC, como control esencial en cualquier estrategia de prevención del blanqueo de capitales.
KYC, Due Digilence y otros conceptos relacionados
El AML (Anti Money Laundering), como concepto, está estrechamente relacionado con otros que actúan como soporte de este o son parte fundamental de los controles realizados:
KYC (Know Your Customer)
La principal forma que tienen los delincuentes de blanquear dinero es a través del fraude de identidad. KYC y AML, juntos, vinieron a solucionar este problema. El proceso Know Your Customer, KYC, (Conoce a tu Cliente) consta de una serie de pasos para verificar la identidad de un cliente.
Corroborar que una persona que desea abrir una cuenta bancaria, contratar un seguro o realizar inversiones es quien dice ser, y establecer un proceso exhaustivo para comprobar su identidad antes de permitir al cliente operar, es el control AML por excelencia y al que aluden todas las regulaciones del área. La verificación de identidad permite, a día de hoy, abrir una cuenta bancaria en minutos en lugar de en días o semanas si se cumplen con las normas adecuadas.
Due Diligence
Due Diligence, o Diligencia Debida, es el concepto utilizado para referirse al conjunto de investigaciones que se realizan sobre una persona física o jurídica antes de comenzar una relación contractual o realizar cualquier tipo de operación conjunta.
Si bien es un término que se utiliza generalmente para referirse al proceso de compra de una empresa, también es utilizado para trabajar con proveedores. Está estrechamente relacionado con el KYB (Know Your Business).
Del mismo modo, y ya sí totalmente en relación con AML y KYC, cuando el término es utilizado como DDC (Diligencia Debida del Cliente) o CDD (Client Due Diligence) sí actúa como sinónimo de los controles KYC y AML. Como parte de los controles AML, la verificación de antecedentes o background check, es una de las prácticas más comunes dentro de todos los controles para prevenir el blanqueo de capitales y que suele asociarse con el DDC.
Cómo llevar a cabo los controles AML (Anti Money Laundering)
Por lo general, las empresas e instituciones sujetas a las regulaciones AML y que deben establecer procedimientos para cumplir con ellas, tienen a su disposición dos opciones para llevar a cabo los checks y comprobaciones:
- In-house: Los negocios pueden optar por crear equipos que acudan a los listados oficiales para realizar, por ejemplo, la comprobación de antecedentes, aunque no resulta muy productivo. Respecto a la verificación de identidad, es costoso y lleva años de desarrollo crear herramientas pulidas que funcionen correctamente y cumplan con los estándares técnicos requeridos por la regulación. Por estos motivos, el número de instituciones financieras y compañías FinTech que desarrollan in-house herramientas AML propias es testimonial, y con resultados poco alentadores.
- Por un Tercero de Confianza: Por otro lado, las compañías pueden acudir a terceros para establecer políticas, estrategias y técnicas AML. Estos proveedores suelen contar con tecnología y herramientas desarrolladas específicamente para implementarse en los procesos y sistemas de las organizaciones que los necesitan y son, por ejemplo, capaces de obtener de forma automatizada scores AML de los usuarios en segundos. Además, algunos proveedores no sólo facilitan herramientas para realizar los controles AML si no que son capaces de detectar otros riesgos además de optimizar todos los procesos de las compañías.
La aportación del RegTech al Anti-Money Laundering
El RegTech, Regulation Technology, es la unión entre las soluciones tecnológicas de vanguardia para la digitalización de procesos y el cumplimiento del marco jurídico y regulatorio por parte de los negocios y organizaciones.
La tecnología ha sido capaz de eliminar por completo la burocracia que suponía el tener que realizar controles complejos para cumplir con las leyes que afectan a la actividad de las empresas y las fricciones que estas provocaban en los procesos y operaciones.
Sistemas AML automatizados
La automatización de procesos ha llegado al AML de lleno, tanto para eliminar las tareas mecánicas y burocráticas como para crear nuevas formas de realizar controles AML antes impensables. Estos son algunos ejemplos de entre los cientos que podrían citarse:
- Seguridad informática: La seguridad es otro de los puntos clave a trabajar al establecer políticas AML. Los procesos deben ser seguros y estar sellados, cifrados, encriptados de extremo a extremo para que aquellos que intentan lavar dinero no encuentren resquicios por donde esquivar los controles.
- Verificación de documentos: La verificación automatizada de la documentación, y su tratamiento digitalizado, incluyendo los documentos de identidad ha cambiado por completo uno de los procedimientos más tediosos dentro de la prevención del lavado de dinero.
- Onboarding digital: El proceso de onboarding en banca, finanzas y relacionados es el momento crucial donde prevenir el fraude, sobre todo online. Las soluciones automatizadas de verificación de identidad basadas en inteligencia artificial y machine learning convierten este proceso complejo de semanas a minutos si cumplen con los estándares definidos por la regulación.
- AML scoring: Automatizar la gestión del AML por cliente, de forma individualizada, segmentada y cruzando datos sería impracticable si no fuera por las soluciones RegTech desarrolladas para este fin.
Digitalizar la estrategia de prevención del fraude y de controles anti-blanqueo de capitales es, a día de hoy, un imperativo del que el sector financiero es consciente. Por ello, y gracias al auge del RegTech y del Fintech, el sector puede crecer al mismo tiempo que ofrece la mejor experiencia sin fricciones a sus clientes.
Un recorrido por las regulaciones AML más relevantes
AML4, AML5 y AML6
AML4 (o 4AMLD, Fourth Anti-Money Laundering Directive), aprobada en 2015, inició el camino estableciendo pautas de evaluación muy concretas para los riesgos en los sectores legal, bancario, financiero y relacionados, abordando las directrices para realizar procesos AML de forma internacional. Es decir, gracias a AML4 una compañía de un país concreto puede operar en otro si cumple con los estándares pertinentes.
Sin embargo, no fue hasta que AML5 entró en vigor (2018), y con tiene aplicación efectiva desde 2020, cuando se creó, junto con eIDAS (electronic IDentification, Authentication and trust Services) un espacio único en el que poder operar con seguridad, confianza y de forma totalmente digital y remota. Estas normas regulan sobre verificación de identidad y el proceso de onboarding en muchos sectores, con estándares técnicos muy concretos que deben cumplirse.
AML5, o 5AMLD, introduce la obligación de la identificación segura y certificada de los titulares de las cuentas en compañías de los sectores financiero, bancario, seguros, inversiones y relacionados. Así, se amplía los sujetos obligados a cumplir con AML y se incorpora a los servicios de monedero electrónico, comerciantes de arte o plataformas de trading de criptomonedas. No adaptarse a AML dejó de ser una opción.
Tan sólo unos meses después, a finales de octubre de 2018, se aprobó AML6, una actualización de las normas AML contenidas en 5AMLD y a la que las compañías se deben haber adaptado antes del 3 de junio de 2021. En caso contrario, están en serio riesgo de ser sancionadas, y es que, una de las mayores introducciones de la nueva directiva AML6 se centra en la responsabilidad corporativa de las empresas.
Esta última modificación hace responsables a las personas jurídicas por la posible “falta de supervisión o control” ya que está en una posición de liderazgo. Debido a esto, las compañías deben contar con una estrategia AML decidida y disponer de herramientas que les permitan ejecutarla para operar en el mercado con seguridad. En todos los estados, las leyes indican claramente cómo se debe proceder y qué controles deben establecerse en materia AML.
Adáptate a AML con Tecalis de forma sencilla, ágil y accesible.
En cualquier caso, no hay que ver las normas Anti-Money Laundering como un bloqueo o dificultad, si no como toda una oportunidad. Gracias, por ejemplo, a AML6, cualquier compañía puede ofrecer sus productos y servicios sin inversión adicional a 508 millones de consumidores de una forma ágil y segura. La estandarización del customer onboarding está impulsando el crecimiento de cientos de negocios y propiciando su expansión a otros mercados en los que, sin ella, no hubieran podido operar.
Otras normativas
Dejando de lado leyes que afectan a varios países de forma conjunta (como las vistas que afectan a toda la Unión Europea), cada estado regula por su parte creando leyes de prevención del blanqueo de capitales y de la financiación del terrorismo. En los estados miembros de la UE, estas leyes están vinculadas a AML5, aunque algunos incluso legislan más allá.
Fuera del continente europeo, como veníamos diciendo, cada país tiene sus leyes en esta materia y suelen ser los bancos centrales los que marcan las directrices a seguir. Es importante contar con un partner RegTech que asesore a los departamentos legales y de compliance de las empresas para saber cómo cumplir con las normas AML en el país en el que el negocio tiene actividad y establecer procesos para adaptarse a ellas.