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El contrato de seguro es el documento más importante dentro de la actividad aseguradora. Incluye todos los aspectos a detallar entre el asegurado y el asegurador así como las condiciones del acuerdo y las especificaciones del sujeto que se asegura y los eventos susceptibles de indemnización.
Pese a ser un documento muy conocido, hay muchas preguntas sobre el contrato de seguro, especialmente relativas a la póliza, los tipos y sus características según el modelo de comercialización.
Esta vez haremos un repaso y análisis formal sobre los contratos de seguros, sus características y veremos cómo las nuevas formas de contratación digital que están utilizando las compañías de seguros que más crecen han impulsado la confianza y la experiencia de los clientes en la industria.
Qué es un contrato de seguro
Un contrato de seguro es un documento firmado por dos o más partes en el que se acuerda la indemnización a través de un pago capital, un servicio o una renta cuando se produce un evento especificado en este mismo contrato. Para que esto suceda, el tomador debe pagar una prima a la otra parte.
La ley de contrato de seguro define qué riesgos pueden ser objeto, prohibiendo algunos y asegurando otros. Aunque hemos hablado de dos partes principales, el tomador, el asegurado y el beneficiario no tienen porqué ser la misma persona.
Existen leves diferencias entre el contrato de seguros y la póliza de seguros: si bien en muchas circunstancias se utilizan como sinónimos, lo cierto es que la póliza de seguro es el pliego de condiciones con normas de derechos y obligaciones mientras que el contrato es el documento contractual (generalmente mercantil) donde se enmarca la justificación legal comprometida por asegurador y asegurado.
Es decir, los contratos de seguros son consensuales y los derechos y obligaciones aplican a tomadores y aseguradores. La póliza puede configurarse después de la redacción del contrato bien como anexo o como contrato individual (aunque vinculado), incluyendo las condiciones y los datos.
Elementos y características
Un contrato de seguros consta de varios elementos, características y secciones clave. Es importante entender que no todos los contratos de seguros tienen porqué ser iguales, aunque sí que deben incluir una serie de elementos mínimos para ser considerados como tales (generalmente regulados en la ley de contrato de seguros).
Las partes intervinientes son los sujetos que podemos encontrar en una relación contractual. A saber:
- Asegurador: Que suele ser una persona jurídica y que asume riesgos de un tercero a cambio de la prima (pago-cuota).
- Asegurado: Es el titular del objeto que va a asegurarse. Es decir, que ocurrido el evento definido como riesgo, es la parte que más se va a ver afectada por este.
- Tomador: Es, por decirlo así, la persona que contrata el seguro. Tiene la obligación de pagar la prima. No tiene porqué coincidir con el asegurado.
- Beneficiario: Es el interviniente que cobrará la indemnización por parte del asegurador. En algunos casos es diferente de los dos anteriores.
En las noticias del sector seguros más relevantes, solemos encontrar hechos que hablan sobre estas partes intervinientes en los contratos. Casos de disputa y de fraude de identidad. Por eso, es importante entender el papel que tienen en la contratación de seguros los terceros de confianza. Estos partners RegTech ayudan en el respaldo jurídico validando los datos identificativos de las partes que acabamos de nombrar y asegurando el cumplimiento de la ley de contrato de seguros a través de controles KYC, KYB, bastanteo de poderes y otros sistemas que permiten cumplir con normas asociadas como AML6.
Por otro lado, encontramos los elementos básicos (reales) en el contrato de seguros. En caso de no estar presentes, el contrato no se considerará de seguros (o directamente no es válido). Serían:
- Prima: El precio del seguro (también denominado como contraprestación) calcula de forma estadística la probabilidad de riesgo para tomar forma.
- Riesgo: Es un acontecimiento incierto (o un conjunto de ellos) que puede suceder y expone a lo asegurado. Debe ser siempre aleatorio y fortuito, posible (con probabilidades de ocurrir aunque sean mínimas), estar definido con concreción y conllevar consecuencias económicas.
- Interés: Lo que está amenazado por el riesgo y el valor económico de ese bien. Aquí debe incluirse la tasación y otros elementos relevantes.
- Indemnización como obligatoriedad: Debe incluirse una cláusula concreta por la que el tomador está obligado a pagar la prima y la aseguradora a indemnizar si sucede el siniestro.
Otros bloques formales incluidos dentro de un contrato de seguros son aspectos elementales como los datos para la correcta identificación las partes (nombre, apellidos, denominación social, domicilio, CIF, documentación de identidad, etc), informes sobre la naturaleza de los riesgos, la póliza (explicando clara e inequívocamente las coberturas, limitaciones…), partes de peritaje, información sobre recargos e impuestos asociados al seguro, forma de pago de la prima y de la indemnización, duración, caducidades, información del mediador / correduría en caso de ser este el redactor del contrato de seguros, etc.
Ejemplos de contrato de seguros
Como ya vimos en el artículo detallado sobre el sector seguros, hay muchos tipos de seguros según el objeto (y objetivo). Se clasifican de muchas formas y la ley de contratos de seguros lo hace dividiéndolos entre aquellos contra daños y los personales.
Vamos a dividirlos a raíz de esta clasificación y ampliaremos para mostrar muchos ejemplos y tipos de seguros. Aquí van unos cuantos ejemplos de contrato de seguro:
- Seguros contra daños, que tienen como objetivo indemnizar directamente un siniestro sufrido devolviendo el valor económico con concepto de sustitución. Dentro de esta categoría entran los de: defensa jurídica, transporte terrestre, incendios, robos, lucro cesante (pérdida de rendimiento económico), caución (incumplimiento de deudores), de crédito y responsabilidad civil.
- Seguros de personas, regulado en el artículo tercero de la Ley de Contrato de Seguro. Aquí entran los seguros de vida, de accidentes, de salud, dependencia y decesos (muchos de estos son considerados como de servicios al clasificar de otro modo).
- Seguros obligatorios, siendo aquellos que deben tenerse por ley si una persona jurídica o física realiza alguna acción o tiene alguna condición. Por ejemplo, aquí encontramos los de perros peligrosos, el básico de vehículos, deportivos (caza, buceo, esquí), de daños materiales y otras tipologías de caución asociadas a una acción o de responsabilidad civil según las leyes de algunas áreas.
- Otros seguros no habituales, teniendo en cuenta que son excepciones dentro de un mercado donde los anteriores son los más hechos. Aquí destacan aquellos novedosos y posibles gracias a las nuevas tecnologías como los seguros on-off (pago por uso), los de un día, de título inmobiliario, los de sorteos y el cuerpo de un humano por partes (piernas en futbolistas, nariz en modelos…). En algunas clasificaciones de seguros también se incluyen aquí los veterinarios.
Ley de contrato de seguro
La Ley de contrato de seguro es el marco normativo que regula en un país o región todos los aspectos formales, contractuales y de póliza. La actividad aseguradora es una de las más importantes en la economía y pilar principal de muchas entidades ya no sólo aseguradoras como core sino en banca tradicional, por lo que su regulación es concreta y amplia.
En Europa, la regulación de seguros varía según los países, pero en general, la Unión Europea (UE) ha establecido un marco legal común para garantizar la estabilidad y protección del mercado asegurador. La Directiva de Seguros de la UE, junto con regulaciones específicas como Solvencia II, establece requisitos para la supervisión prudencial, la solvencia de las aseguradoras y la protección de los asegurados.
En países como España, es la Ley 50/1980, de 8 de octubre, de Contrato de Seguro (LCS) la que establece todo el ordenamiento jurídico alrededor del contrato. Igualmente, y en todos los países, es muy importante conocer la jurisprudencia junto con la ley de contratos de seguros, ya que muchos tribunales supremos han establecido que ciertas cláusulas son lesivas, abusivas y nulas, así como otras limitativas como válidas.
Respecto a latinoamérica, en Argentina encontramos la Ley de Seguro Nº 17.418 aunque hay que revisar toda la documentación acerca de resoluciones de la Superintendencia de Seguros de la Nación. Ecuador es un ejemplo similar al de Argentina, con una Codificación de la Ley General de Seguros en la que se estipula que la Superintendencia de Compañías, Valores y Seguros es la que define los estándares de los contratos de seguros con especificación de cláusulas.
Colombia por su parte, utiliza el Título V del Código de Comercio para establecer las bases y Chile hace lo propio pero en su caso en el Libro II de su ley homóloga al igual que Bolivia en su artículo 1013. Son ejemplos donde no hay regulación concreta sobre una ley de contrato de seguro pero el marco está en el ordenamiento jurídico del mercado a través de sus Códigos de Comercio generales.
En Estados Unidos, la regulación de seguros es principalmente responsabilidad de los estados. Cada estado tiene su propio departamento de seguros que supervisa y regula la industria aseguradora dentro de sus fronteras. A nivel federal, la Ley de Modernización de Seguros de 1999 (Gramm-Leach-Bliley Act) también tiene un impacto significativo en la regulación y privacidad de la información financiera.
Otros países relevantes también tienen sus propias regulaciones específicas. Por ejemplo, en Canadá, la regulación de seguros es llevada a cabo por provincias y territorios individualmente, mientras que en Australia, la Autoridad de Regulación Prudencial supervisa la industria de seguros.
La Ley de contratos de seguros obliga a la inclusión siempre los datos, el concepto, la naturaleza, la designación, sumas o alcance de la cobertura y vencimientos en la póliza. Generalmente, en los primeros artículos de la ley de contrato de seguro se resume todo lo básico y se encuentran los elementos clave.
Afortunadamente, los players RegTech ayudan activamente a las aseguradoras a cumplir con normas como la ley de contratos de seguros y los reglamentos de protección de datos de muchos países. En muchas ocasiones, dan soluciones digitales que automatizan el cumplimiento de la normativa en la redacción de contratos, en la firma o en cualquier otro proceso asociado.
Cómo contratar un seguro: mejorando la experiencia del cliente
Como hemos visto, el InsurTech ha redefinido el ecosistema asegurador. Ya no sólo en modelos de negocio, sino también en cómo se realizan los procesos. En la era digital actual, las soluciones de los proveedores cualificados de servicios de confianza (QTSP) están desempeñando un papel fundamental en la evolución y eficiencia de la industria aseguradora. En particular, herramientas como el onboarding digital, KYC (Know Your Customer), firma electrónica y notificaciones electrónicas están revolucionando la forma en que las compañías de seguros gestionan sus procesos, desde la adquisición de clientes hasta la gestión de contratos. A continuación, exploraremos cómo estas soluciones intervienen en el sector asegurador y mejoran significativamente la experiencia tanto para aseguradoras como para los asegurados:
El onboarding digital ha simplificado radicalmente el proceso de incorporación de clientes en la industria de seguros, automatizando los controles AML y haciendo que la recogida de documentación de identidad sea rápida y validada. Mediante la digitalización de la recopilación de información y la verificación de identidad, las aseguradoras pueden agilizar la toma de decisiones y ofrecer a los clientes una experiencia de alta más rápida y conveniente. Esto no solo reduce la fricción en el inicio de la relación con el cliente, sino que también garantiza la precisión y validez de la información recopilada en el contrato de seguros.
Por otro lado, cabe destacar que el proceso de contratación de un seguro no suele empezar directamente con la firma del contrato. Por norma general, antes de la firma del contrato, la empresa de seguros, correduría o agente facilita un documento informativo con información general sobre la contratación y la póliza. En este caso de uso es muy importante salvaguardar la entrega de este documento, por lo que se suele optar por soluciones de certificación electrónica eIDAS para generar trazabilidad y evidencia de esta operación, dando respaldo al proceso. Otros casos de uso de las notificaciones certificadas en relación a los contratos de seguros son:
- Renovaciones, actualizaciones y modificaciones: Las aseguradoras pueden utilizar notificaciones certificadas para informar a los asegurados sobre la renovación de sus pólizas, así como cualquier cambio en términos y condiciones. Cuando hay cambios en la cobertura o condiciones de la póliza, las notificaciones certificadas aseguran que los asegurados estén debidamente informados y que haya un registro legal de la comunicación.
- Confirmación de recepción de reclamaciones y notificaciones de estado: Cuando un asegurado presenta una reclamación en relación al contrato de seguros, la aseguradora puede enviar una notificación certificada para confirmar la recepción de la reclamación, proporcionando un registro claro del inicio del proceso. Las actualizaciones sobre el estado, tales como aprobaciones, pagos y resoluciones, pueden ser comunicadas a través de notificaciones certificadas, brindando transparencia y cumpliendo con los requisitos regulatorios de la ley de contrato de seguros.
- Recordatorio de pagos, cancelaciones y vencimientos: Los aseguradores utilizan notificaciones electrónicas para enviar recordatorios de pagos pendientes, asegurando que estén al tanto de las fechas de vencimiento y evitando posibles interrupciones en la cobertura. En caso de falta de pago, la notificación certificada puede utilizarse para informar a los asegurados sobre la cancelación de la póliza, cumpliendo con los requisitos legales y proporcionando evidencia de la notificación.
El contrato de seguros, llegando a nuevos nichos de mercado
La contratación de seguros ha experimentado una notable transformación al expandirse hacia puntos de venta disruptivos, como centros comerciales y agentes ubicados en cualquier lugar, gracias a herramientas innovadoras como Customer Hub.
Este software integral brinda a los agentes de seguros la capacidad de dar de alta seguros en cualquier momento y lugar, eliminando las limitaciones geográficas y permitiendo la adaptación a entornos no convencionales sin renunciar a la seguridad ni al cumplimiento de la ley de seguros. La flexibilidad de Customer Hub proporciona a los agentes las herramientas necesarias para ofrecer servicios personalizados a los clientes en tiempo real, aprovechando la movilidad y la inmediatez.
Esta nueva forma de contratación no sólo impulsa la accesibilidad para los consumidores, sino que también redefine la experiencia del cliente al integrar la tecnología de manera fluida en puntos de venta no tradicionales para activar seguros al momento, abriendo nuevas posibilidades y acelerando la expansión de la industria aseguradora hacia espacios innovadores.
Firma electrónica en los contratos de seguros
La firma electrónica ha simplificado drásticamente el proceso de formalización de contratos de seguros. Al permitir a los asegurados firmar documentos de manera digital y segura, se elimina la necesidad de trámites manuales y se aceleran los tiempos de tramitación. Este método no solo mejora la eficiencia operativa y reduce costes tanto en aseguradoras como en corredurías, sino que también contribuye a prácticas más sostenibles al reducir el uso de papel.
El contrato de seguros puede estar en word o pdf y ahora hay soluciones de firma electrónica como Tecalis Sign que incluyen tecnología GPT para la redacción de contratos de seguros. Además, los distintos players de la industria pueden elegir cómo trabajar con esta herramienta: a través de sus sistemas propios (con integración API) o con una plataforma web totalmente sencilla y fácil para los menos digitalizados que permite llevar un registro de todos los contratos de seguros hechos, enviados y firmados, así como de las notificaciones y comunicaciones certificada a través de cualquier canal físico o digital.
Para terminar, la contratación de seguros en línea se ha vuelto una realidad gracias al onboarding digital y la firma electrónica. Los clientes pueden completar el proceso de incorporación desde la comodidad de sus dispositivos, evitando trámites engorrosos y largos tiempos de espera. Lo mismo ocurre para los agentes en call-center, que pueden enviar los contratos en formato digital para su firma a través de llamada telefónica. La información necesaria se recopila de manera eficiente, y los documentos se firman digitalmente cumpliendo con la ley de contratos de seguro, permitiendo una experiencia de contratación ágil y segura. Este enfoque se alinea con las expectativas modernas de los consumidores que buscan simplicidad en sus gestiones.
La integración total de estas tecnologías en la contratación de seguros no es sólo el siguiente paso lógico, sino que ya es una realidad en la mayoría de aseguradoras. La clave diferencial está en contar con una herramienta, potente, segura, asequible y centrada en la firma por parte del asegurado. La inteligencia artificial y la automatización continuarán desempeñando un papel crucial, anticipando las necesidades de los clientes y simplificando aún más los procesos. La combinación de la eficiencia del onboarding digital, la seguridad de KYC, la agilidad de la firma electrónica y la inmediatez de las notificaciones electrónicas posiciona a la contratación de seguros como un proceso rápido, seguro y adaptado a las demandas del mundo digital.